También dejaste un corazón con ansiolíticos.

Supongamos que tienes razón…

Y cómo mujer “fuerte “ que dices que soy, de esas que confunden su vida con los libros que tanto ha leído

olvido todo:

tu aroma a lavanda,

Tus cremas relajantes,

tu aroma otra vez;

ese mundo compartido entre mis manos,

y podría disvariar y que gracias a tus sugerencias y sobretodo a que nadie nos vio

lo que yo invento es solo eso, un invento

y puede que sirva para una ficción,

algun novel

pero no para saber eso de verme contigo

compartiendo estaciones de metropolitano,

abrazos y ruegos de volverte a ver

Y siiiiiiiiiii…

quiero usar tu definición de «tú no me amas, tú me necesitas» para la vida que sigue

Porque sigue

Que no tenga más tú mano acogiéndome para continuar la caminata

no implica que todo acaba

que solo soy una mujer más que dejas enamorada

y ya puedes ir contando lo que va a durar.

Has apuestas entre tus amigos,

apuéstales de todo;

que te hará un libro, que esa tonta quiso que seas su flaco,

y ríete, ríete mucho

Muchísimo

Apuéstales que en un blog hablará de ti y que de cuando en cuando intentará conquistar tu país,

como napoleon en plena rusia,

congelándosele todos los intentos.

Y que en algo tan cursi como eso de que le pareciste mas apuesto a las 3 de la mañana, con el pelo alborotado, con los ronquidos, el mal aliento matutino ya no va a servir…

(Modificaciones al poema corazón con andiolíticos, Edson Lara NoxRecomendable)

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