Tres de la mañana

Acabo de verte, nos despedíamos otra vez, me estaba yendo a algún lugar, estaba a punto de subir a un avión y vi que publicaste una foto de nosotros.

Aventurero, escuchar tu voz, tu sonrisa, dibujar tus rostro con mis manos que se han aprendido tu cara de memoria, duele y duele mucho. Quiero dejarte ir te lo juro, quiero que puedas conseguir ser feliz solo, o con alguien más si así lo quieres, pero no puedo dejarte ir de mi vida, llámalo como quieras, pero solo quiero tenerte a mi lado para que me abraces 5 minutos y me digas que todo va a estar bien. No sé si ahora, no sé si más adelante, pero todo va a estar bien. Necesito a mi amigo El Aventurero, con quien podía hablar de todo esto y me sabía escuchar y me decía que deje que el tiempo pase porque es la mejor cura para todos estos problemas del amor.

Estoy juntando fuerzas para no darle a “enviar mensaje” porque quiero respetar lo que me dices y no puedo , no puedo, tengo que irme, tengo que hacerlo, porque no podré hacerlo sola, no puedo despertar con esta sensación de que te estoy perdiendo y llamando con la mente, una y otra y otra vez.

Deja un comentario